Aprovechando recortes de lavanda y algunas pruebas de colores
Lleva un extra de manteca de karité, con lo cual mejora el anterior. El color es un poco más claro, pero quise que quedara así.
Y un jabón de vino tinto, hace siglos que no lo hacía. El vino tinto es muy rico en polifenoles, moléculas que regeneran las células de la epidermis, con un poder antioxidante hasta 50 veces superior a la vitamina E.
Lleva aceite de cedro, de incienso y de cajeput, una mezcla que me ha gustado mucho, un olor singular e intenso.
Y una nota al margen.... no os habéis equivocado de blog, es que he cambiado la cabecera,
aunque aún no sé si será la definitiva.
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