lunes, 31 de octubre de 2011

Oro verde

Mi abuelo plantó olivos hace unos cien años. Olivos majestuosos que crecieron lentamente y proporcionaron a mi familia una fuente de salud y satisfacción.
Crecí en un pequeño pueblo en medio del campo, y recuerdo cuando traían el aceite de la almazara. Venía en unos bidones que se transportaban en un carro hasta la casa. Luego se trasvasaba hasta unas garrafas enormes de vidrio verde forradas con pleita; eran muy grandes, de un vidrio grueso, totalmente redondas. Investigando he averiguado que se llaman damajuanas.
Desde el carro, se inclinaba poco a poco cada bidón y el aceite caía a través de un embudo hasta la garrafa, Yo me quedaba extasiada, viendo bajar aquel líquido verde con reflejos dorados lentamente, con sumo cuidado, para no perder ni una gota del preciado aceite. Luego se guardaban todas las garrafas en una cámara de la que solo mi madre tenía la llave.

El aceite de oliva es el tesoro del mediterráneo, auténtico oro verde, un prodigio de salud y belleza. Y somos muy afortunados al tenerlo tan cerca y poder disfrutarlo para nuestra salud y belleza.
Es hidratante, antiinflamatorio, nos ayuda a luchar contra los radicales libres. Se aplica también en quemaduras, si no tenemos a mano una pomada específica, lo mejor es poner sobre la piel una capa de aceite de oliva. Hablamos, claro está, de aceite de oliva virgen extra.
Mis últimos jabones los he hecho con este aceite; solo oliva en uno de ellos y oliva y corteza de naranja en el otro; sin aromas ni colorantes, ni siquiera aceites esenciales.

Jabones de aceite de oliva y naranja

El jabón de aceite de oliva no produce mucha espuma; no conviene usarlo, com otros, tras seis semanas de curado; es mejor dejarlo bien envuelto después de su curación y esperar ocho o nueve meses; entonces nos dará lo mejor de sí mismo.


Jabones de aceite de oliva con decocción de romero

Para l@s interesad@s, os pongo la receta que utilicé para este jabón:

Aceite de oliva virgen extra 510 gr.
Agua 90 gr.
Decocción de romero 35 gr.
Sosa caustica en perlas 67 gr.

El de naranja es igual, con la única diferencia de que se aparta una pequeña cantidad de agua, en la que se tritura la piel de la naranja y se añade un poco de zumo.
Tanto la decocción de romero como la corteza y zumo de naranja se añaden al jabón una vez que este ha llegado a la traza.

martes, 18 de octubre de 2011

Jabón líquido para la lavadora, los platos o la casa



Hoy os traigo un jabón líquido casero. Es muy fácil de hacer, solo hay que tener un poco de paciencia.

Necesitaréis tener:
Unos guantes de goma normales (los de cocina), no guantes de latex ni de vinilo.
Una garrafa de agua de cinco litros, vacía.
Un cubo o recipiente amplio de plástico o acero inoxidable
Una batidora (no es indispensable )
Una espátula de plástico o madera ( mejor plástico)
Un embudo de plástico
Una balanza para pesar los ingredientes

Y los ingredientes:
57 gramos de aceite de girasol
428 gramos de aceite oliva ( de 0,4, no hace falta que sea virgen extra)
76 gramos de sosa caústica (hidróxido de sodio ) en PERLAS.
2.440 gramos de agua del grifo, o agua filtrada si tenéis una Brita o similar.

La sosa en perlas la podéis encontrar en Mercadona o en Carrefour, ambas van bien.

Lejos mascotas y niños, si tenéis un patio, podéis hacer la mezcla en él, sino en la cocina bajo la campana extractora, o en un lugar bien ventilado.

Poned el agua en el recipiente grande (no calentar, mejor a temperatura ambiente) . Poneos los guantes y pesad la sosa; poco a poco y con cuidado, la añadís al agua, removiendo con la espátula un rato, hasta que se disuelva completamente.
Cuando esté bien disuelta, añadid los aceites poco a poco y removiendo con la espátula.

En este punto, podéis usar la batidora. Meter la batidora en el recipiente e inclinadla un poco para que salga la burbuja de aire; empezad a batir a velocidad baja al principio, luego un poco más rápido. Si la batidora se calienta podéis parar un rato y esperar a que se enfríe; yo suelo batir en total el primer día unos 15 minutos.

Al dejar de batir, veréis que vuestro jabón se separa en dos partes: una blanquecina y más espesa arriba y una transparente y acuosa debajo, que en este primer día será casi un 90% de la mezcla.

Ahora hay que pasar todo a la garrafa de agua con la ayuda del embudo. Dejadla destapada y en lugar seguro durante doce horas; poned el tapón y agitad todo lo fuerte que podáis un buen rato.
Destapadla de nuevo y dejarla reposar. Hay que agitarla todos lo días dos veces, y al segundo y cuarto día, volver a meterla en el recipiente y batir con la batidora.

A medida que pasen los días, veréis que la parte blanquecina superior aumenta y que el agua disminuye, se está produciendo la saponificación, el aceite y la sosa se están convirtiendo en jabón.

Usando la batidora tres días en seis vuestro jabón ha de estar "hecho". Si no usáis batidora, tarda unos quince días. Un día agitaréis el jabón y veréis que ya no hay dos fases, sino una sola. En ese momento, sacadlo de la garrafa y ponedlo en el cubo, puede ocurrir que en unas horas se convierta en una espesa gelatina; podéis aclararlo añadiendo más agua : hirviendo, la vertéis sobre el jabón y removéis bien con la espátula, hasta que se unifique. Para que no se vuelva a espesar, añadid 50 gramos de alcohol o menos, eso hará que no no espese, aunque para todo hay gustos.

En seis semanas estará listo y se podrá tocar. En solo dos semanas podréis usarlo para la lavadora.

En la foto,parte de mi jabón líquido, y el recipiente en el que lo agité. Hice poca cantidad: 20 gr. de girasol, 150 de oliva, 27 gramos de sosa y 800 de agua.