martes, 21 de mayo de 2013

Jabón de glicerina

Todavía me emociono recordando la primera vez que hice jabón de glicerina. Ese momento en el que viertes el alcohol y ves cómo se vuelve transparente es inolvidable.
Y,  entre unas cosas  y otras,  no la había hecho desde el verano pasado. 
Ya tocaba, además, ha sido la ocasión perfecta para estrenar algunos molde nuevos que tenía.


De paso, aproveché para  " deshacerme" de unos  recortes que tenía por ahí.


 Hice también algunas piezas pequeñas, para regalar o poner en otros jabones como inclusiones:

Aquí un enlace muy interesante y altamente recomendable.

Y aquí las recomendaciones de la maestra de la glicerina (al menos desde mi punto de vista)

domingo, 19 de mayo de 2013

Africarte

Varios emprendedores se han sumado para presentar sus propuestas, lo han llamado redes de trabajo con África. 
Aquí puedes leer más.  Ayer se  presentaron en el mercado de San Fernando, en Embajadores, Madrid.
Una mañana inolvidable, con música en directo, desfile de ropa, artesanía y propuestas de viajes. 

 Con 2 tijeras , ropa para gente de todas las edades 
Ángata, asociación  asociación cultural, proyecto solidario.
Okakene, viajes y aventuras en África.
Docakene, música y danzas africanas.
 
Os dejo con unas fotos.






jueves, 16 de mayo de 2013

Jabón de avena

Generalmente, el jabón de avena es color crema, pero a este he querido darle un toque de color en rosa y verde. Con el método de la cuchara " a mi manera".
 Tengo una amiga que toma leche de avena, así que congelé la que había sobrado esperando la ocasión, y este ha sido el resultado. Con aceite de oliva, coco y maiz, muy suave y con mucho acondicionado, todavía está curándose, habrá que esperar un poco para probarlo.




martes, 7 de mayo de 2013

Pomadas y ungüentos


Nuestros antepasados eran muy sabios, cada día lo tengo más claro.

Fabricaban sus pomadas caseras con buen aceite de oliva, plantas silvestres y cera de abejas. O con manteca de cerdo y sebo de vaca y buenas plantas

Y, si somos listos, a estas alturas deberíamos hacer lo mismo.

Porque tenemos a mano los ingredientes.
Porque serán más naturales.
Porque cada día debemos aprender a ser más autosuficientes.
Porque.....
En fin, que cada un@ busque y encuentre sus porqués......

Primero se prepara una maceración de plantas en aceite de oliva u otro , bien sea por el método en frío (de 28  a 40 días en frasco de  vidrio  bien tapado, poner la planta y cubrir con aceite  de la mejor calidad) o por el método en caliente ( planta y aceite al baño maría a fuego suave de 1 a 4 horas, o al sol si no es muy fuerte, o encima de un radiador.....)

No hay que freír las plantas, ni el aceite, claro. Se trata de usar un poco el sentido común.  No es lo mismo extraer las propiedades de una delicada flor de caléndula  que de unas hojas de romero, o de alguna raíz terapéutica.

Empecemos por recoger las plantas, que siempre será mejor que comprarlas, además de más barato.
Evitar siempre los campos sembrados y sus inmedicaciones; están llenos de herbicidas y porquería, que no queremos en nuestra piel. Evitar las márgenes de los caminos y carreteras; las plantas pueden estar contaminadas por humo de vehículos, o pueden haber sido rociadas con pesticidas para mejorar la visibilidad de la vía. El año pasado recogimos plantas en el bosque de Finlandia ( comunidad de Madrid) y a la entrada las márgenes del camino habían sido rociadas con pesticidas; las plantas se veían secas mientras el resto del campo rebosaba verdor.



Ya es  primavera, y ésta y el verano son momentos ideales para recoger buenas plantas en su mejor momento; ojo, siempre por la mañana y con tiempo seco.

Haced una lista de plantas que os interesen y que os sean conocidas; si no conocéis ninguna, empezad con una lista simple de 6 plantas básicas, por ejemplo: lavanda, hipérico, tomillo, caléndula, milenrama  y  artemisa. Buscad fotos, estudiad sus propiedades, recogedlas con amor y una buena navaja o tijera; nunca arranquéis la planta, cortad delicada pero firmemente, pidiendo permiso y dando las gracias  por el don.

No olvidéis llevar bolsas de papel para las diferentes plantas, y escribir con rotulador en cada bolsa el nombre de la planta recogida; si tenéis la suerte de tener un/a amigo/a que conozca las plantas, mejor que mejor.  De paso, disfrutad de la naturaleza y respirad hondo. El beneficio es doble: el paseo por el campo en contacto con la naturaleza y las propiedades de las plantas recogidas.

Ya en casa, con vuestros tesoros verdes, es hora de elegir si macerar en fresco o en seco; yo prefiero macerar en seco, porque la planta de esta forma tiene menos agua, y menos posibilidades de que nuestra maceración se estropee ; aunque la maceración en fresco es ideal en esta época del año.

Para secar, colgadlas patas arriba en un lugar oscuro y seco, atadas en manojos pequeños. En 15 días estarán listas para poner en aceite. Otro día contaré mis reflexiones sobre los aceites, pero hoy sería alargarme mucho.

Y ahora....... vamos a hacer una pomada. Ya tenemos nuestro macerado de plantas listo.
También podéis hacer una crema si queréis.

Necesitamos:
Nuestro oleato o maceración.
Un peso de cocina que pese al gramo.
Cera de abejas.
Dos cazos de distinto tamaño.
Una espátula.
Un pequeño batidor de capuchino, o en su defecto, una batidora, o un batidor manual.
Uno o varios tarros de cristal con tapa.

Todos lo utensilios han de estar perfectamente limpios, y desinfectados con un algodón empapado en alcohol. Filtramos el macerado, primero con un colador y después con una tela o gasa fina, o un filtro de café.

 Ponemos el cazo grande con agua al fuego, y en su interior ponemos el cazo pequeño con 5 gramos de cera por cada 100 de aceite ( podemos aumentar hasta 10 gramos si la queremos más densa).

Calentad lentamente al baño maría hasta que toda la cera esté muy bien fundida.

En ese momento, apagad el fuego y empezad a batir.

Retirar el cazo del agua y seguir batiendo; hay que bajar la temperatura poco a poco y sin cambios bruscos, podéis acabar incluso poniendo debajo un cazo con agua fría, pero ya que el cazo interior lleve fuera  del agua caliente un rato.

Cuando la densidad haya aumentado, podéis dejar de batir y envasar en los tarros. Tapad bien y etiquetad, dejad reposar a temperatura ambiente hasta el día siguiente, momento en el que podéis guardar.

Este tipo de pomadas, al no contener agua, no necesitan conservantes y duran hasta un año en un buen aceite. No uséis girasol ni almendras, se enrancian más rápido. Una buena opción es la manteca de katité, o la de cacao; mezcladas a partes iguales con un aceite líquido, os permiten  prescindir de la cera de abejas.

 No está de moda usar sebo o manteca en pomadas, pero si no sóis vegetarianos, os recomiendo que probéis, sobre todo si los animales han sido criados y alimentados en buenas condiciones.

La permeabilidad de las grasa a través de las capas de nuestra piel está en proporción a su similitud con ella. Así se absorben mejor las grasas animales, en segundo lugar las vegetales y las de peor absorción son los aceites minerales. No uséis nunca nunca vaselinas, parafinas y otras lindezas petrolíferas, creerme que son lo peor de lo peor.

Fotos: bosque de Finlandia (Madrid) y mi pomada de caléndula y artemisa. 

Enlaces que pueden ser intersantes:

El blog de una gran maestra:  http://naturalmolamas.blogspot.com.es. 
Todo el blog es muy interesante, pero referente a ungüentos :  http://naturalmolamas.blogspot.com.es/2012/07/el-unguento.html 

Otras cosas:

http://www.remedioscaserosweb.com/como_preparar_unguentos.html

http://www.veoverde.com/2010/01/receta-organica-una-pomada-casera/

Y un vídeo. Me parece interesante la forma de preparación,  pero creo que debería añadir el a.e. de lavanda cuando esté más frío:

http://www.youtube.com/watch?v=5ik7GC31-Z8