Volviendo de un año largo y duro, muy duro en lo personal; saliendo de un profundo túnel, más entera y más lúcida que nunca, hay que ver cuanto se aprende cuando la vida nos maltrata tanto, la verdad que es una dura maestra. En fin, punto y aparte.
Aquí lo que nos interesa son los jabones, al menos a mi, y supongo que lo mismo a los asiduos o a los ocasionales ¿no?.
Hice un jabón de vino y rosas, os dejo la foto (bastante mala por cierto); las rosas las tallé a mano, las margaritas son de molde.
Vengo de dar una vuelta por internet, un poco cabreada de leer burradas ( el jabón de jengibre previene el cáncer de piel, y detrás te largan una receta en la que el ingrediente básico es una barra de glicerina comprada), ando haciendo algunos experimentos, para variar.... ya os contaré en la próxima entrada, será pronto pronto y levantará ampollas, lo prometo.
Por hoy solo quería haceros saber que sigo viva y de nuevo en la trinchera jabonil.
Añado foto, jabón de sal de parque natural del delta del Ebro.
