domingo, 13 de noviembre de 2011
Secretos jaboneros
A los amantes del jabón nos encanta experimentar. Primero viene la teoría, luego la práctica de lo aprendido, la reflexión y la propia idea de qué hacer con lo aprendido.
Ayer hice mi propia glicerina, glicerina casera, auténtica, no una cosa que compras y refundes.
Y después de la lección, mi propio experimento, a mi manera, sumando dos y dos y dando el salto cuántico.
Y cuando ya tienes tu propia teoría, hay que comprobarla. Este fue mi resultado: un jabón que por un lado es glicerina y por el otro jabón clásico; pero todo es el mismo jabón, ahí está el misterio y la gracia.
Lleva una infusión de menta y menta seca, y tiene un delicioso olor a menta.
Recién desmoldado, ni siquiera ha pasado aún por el salón de belleza para recortarse los bordes.
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